TIPOS DE ALIMENTACION

La presentación del alimento influye directamente en el consumo: el contenido excesivo de la fibra y del agua de los forrajes limitan el consumo de nutrientes, y el aumento de peso en los animales es más lenta.

Los alimentos según su presentación pueden clasificarse así:
Alimentos concentrados, alimentos voluminosos, alimentos henificados, alimentos deshidratados, raíces y tubérculos.

Alimentos concentrados. Presentan bajo contenido de humedad, alta proporción de energía y proteína, contenido de fibra menor al 14% y de buena digestibilidad. La base de estos alimentos son los granos de cereales como el maíz, sorgo, avena cebada y arroz; como fuente de proteína se utilizan: harina de carne, maní, ajonjolí y algodón; además contienen premezclas, vitaminas y minerales.
Estos alimentos satisfacen los requerimientos de los animales con el consumo de pocas cantidades. Su uso es apropiado en las explotaciones intensivas.

Alimentos voluminosos. Son los más utilizados en las pequeñas explotaciones por su bajo costo y gran disponibilidad, puesto que se producen en la granja. Son elementos de menor digestibilidad, con alto contenido de fibra y agua (mayor al 80%), bajo contenido de energía y proteína digestible.
Son alimentos voluminosos, que aunque satisfacen la capacidad de consumo.

Alimentos henificados. El heno es una estrategia para conservar y almacenar el alimento. Los henos más comunes son aquellos de rye, grass y grama festuca; sin embargo, los mejores son los de leguminosas como: alfalfa, trébol, guisantes, frijoles y arveja.

Alimentos deshidratados. Son aquellos alimentos que se secan de manera industrial o artesanal, para reducir su contenido de agua y se deja la parte sólida, donde se encuentra concentradas las sustancias nutritivas de y el caroteno.

Raíces y tubérculos. Son muy apetecidos por los conejos y además de ser excelentes alimentos contienen poco agua y fibra. Los de consumo más frecuentes son: la zanahoria, los nabos y la remolacha.